La responsabilidad social corporativa en Latinoamérica

Según Correa, Flynn y Amit (2004), La responsabilidad social corporativa ha evolucionado a lo largo del siglo XX debido, en buena parte a la globalización, que permitió que las compañías tuvieran más visibilidad y la información de sus actividades fuera más accesible al público en general. Los consumidores, accionistas y otros agentes relacionados con las empresas progresivamente han ido reclamando una mejora de las actuaciones medioambientales y sociales de las corporaciones, lo cual repercute positivamente en la reputación de estas y, consecuentemente, en las marcas que comercializan.

Definiciones

Para entender qué es la responsabilidad social corporativa es interesante explorar las definiciones que ofrecen distintos organismos dedicados al mundo de la empresa privada. De esta manera se puede ver esta área Empresarial desde distintas ópticas de las que se pueden extraer conclusiones.

Según el World Business Council for Sustainable Development (WBCSD) de Suiza, “La responsabilidad social empresarial es el compromiso que asume una empresa para contribuir al desarrollo económico sostenible por medio de colaboración con sus empleados, sus familias, la comunidad local y la sociedad en pleno, con el objeto de mejorar la calidad de vida” (WBCSD en Correa, Flynn, & Amit, 2004, p. 15)

Por otro lado, el Prince of Wales Business Leadership Forum (PWBLF, basado en Reino Unido define RSC como “el conjunto de prácticas empresariales abiertas y transparentes basadas en valores éticos y en el respeto hacia los empleados, las comunidades y el ambiente” (PWVLF en Correa, Flynn, & Amit, 2004, p. 16).

Finalmente, el Business for Social Responsibility (BSR), basado en Estados Unidos define RSC como “la administración de un negocio de forma que cumpla o sobrepase las expectativas éticas, legales, comerciales y públicas que tiene la sociedad frente a una empresa”. (BSR en Correa, Flynn, & Amit, 2004, p. 16).

De estas definiciones, se pueden extraer algunos puntos en común:

1. Valores y principios éticos. La base para la RSC la forma la integridad, la transparencia y el respeto teniendo en cuenta a todos los aspectos concernientes a la actividad de las empresas, tales como los empleados, las comunidades y el medio ambiente. Los valores y principios expresados por una empresa van más allá de las obligaciones legales o comerciales.
2. Impacto social. Una vez considerados los aspectos que conciernen a la empresa, las acciones que se lleven a cabo estarán encaminadas a que la empresa promueva el bienestar social y mejore la calidad de vida de estos agentes.
3. Responsabilidad más allá del beneficio. La RSC incluye un enfoque en el desarrollo sostenible, buscando un balance entre el éxito financiero y las responsabilidades medioambientales, creando así contribuciones positivas a la comunidad y al medio ambiente en general.
4. Transparencia y compromiso. A través de la RSC las empresas se comprometen a comunicar de manera más transparente sus prácticas empresariales. Este compromiso refuerza el vínculo entre el negocio y la sociedad.

 Avances en América Latina

La responsabilidad social corporativa en América Latina avanza de manera firme, “si bien han comenzado tarde en comparación con empresas europeas” (Cosme Da Costa Pimenta & Goicochea Calderón, 2022, p. 1). Dentro del tejido empresarial latinoamericano, las PYMES son aquellos negocios con más dificultades para implantar políticas de RSC debido a que su estructura de operaciones es menor, tienen que focalizar los esfuerzos en otras áreas empresariales y “el clima de negocios es menos favorable” (Cosme Da Costa Pimenta & Goicochea Calderón, 2022, p. 13).

Con respecto a los consumidores latinoamericanos, el Informe de Responsabilidad Social Corporativa en América Latina de Sherlock Communications desvela que el 81% de los encuestados (una muestra de más de tres mil personas) considera que las acciones sociales y medioambientales que toman las empresas influye en su opinión sobre ellas Además, el 89% de los encuestados considera que las empresas deberían invertir más en proyectos sociales y medioambientales (Sherlock Communications, 2024, p. 3-4). Al preguntar a los encuestados sobre dónde se deben enfocar los esfuerzos de las empresas en relación con la RSC, las respuestas más populares fueron “la lucha contra la contaminación del aire y del agua”, el “acceso a la salud”, el “calentamiento global y sus consecuencias” y la “pobreza” (Sherlock Communications, 2024, p. 5).

Para terminar, es interesante centrar la atención en los desafíos culturales los encuestados del Informe Sherlock manifestaron que “diferentes perspectivas y estilos de comunicación pueden causar confusión entre las empresas y los proyectos sociales” (Sherlock Communications, 2024, p. 15). Respecto a la manera en que se realizan los proyectos sociales, los encuestados mostraron una gran polaridad, mientras que el 52% de los encuestados cree que “las empresas a menudo quieren imponer su forma de hacer las cosas en el proyecto”, el 40% declara no estar de acuerdo con esta afirmación (Sherlock Communications, 2024, p. 15).