7 La narración

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La escritura narrativa

El propósito de la escritura narrativa es contar historias. Cada vez que contamos una historia sobre un evento o incidente en nuestro día, narramos. En términos de escritura, la narración es el acto de describir una secuencia de eventos. Las narraciones pueden funcionar de forma independiente como en el caso de los cuentos infantiles o las historias de miedo o de fantasmas que se cuentan alrededor de una hoguera, o pueden ser parte de otros textos donde se relata lo que le ocurrió a alguien como en el caso de los artículos periodísticos de sucesos.

Principalmente, la escritura narrativa trata de transmitir una serie de eventos de una manera emocionalmente atractiva. Desea que el lector se conmueva con la historia, lo que podría significar la risa, la simpatía, el miedo, la ira, etc. Cuanto más clara y detalladamente se cuenta una historia, más emocionalmente comprometidos estarán los lectores. También se atrapa al lector de forma intelectual ya que las historias que narramos pueden desarrollar un interés por comprender una situación en la que se podrían ver envueltos ellos mismos, o un deseo de resolver un enigma, como en las narraciones de intriga o de detectives donde el lector quiere resolver el misterio utilizando su lógica a partir de los detalles que le damos en la narración y descubrir por sí mismo al criminal.

Los componentes básicos de una narración

• El narrador: El ser que cuenta la historia (persona, animal o cosa). No es lo mismo que el autor ya que podría escribir una historia en la que el narrador, por ejemplo, es un perrito, o una taza de café. La narración se puede contar desde la primera persona donde el narrador relata lo que le sucedió a sí mismo o desde la tercera persona donde el narrador relata lo que le sucedió a alguien más. En la narración en tercera persona el narrador puede saber todo sobre todos (narrador omnisciente) o tener un punto de vista limitado. Existe también la segunda persona narrativa, pero es menos común. En este caso, el narrador le habla a una persona que protagoniza la historia.
• Los personajes: Las personas o seres, reales o imaginarios, que habitan la historia y la hacen avanzar. Por lo general, la narración tiene personajes principales y secundarios. Entre los personajes principales tenemos al protagonista que es alrededor de quien gira la acción. Generalmente también hay un antagonista que es el personaje que se opone a las acciones del protagonista. Los personajes secundarios desempeñan papeles supletorios que apoyan a los personajes principales.
• El espacio: El lugar donde se desarrollan los eventos de la historia, ya sean geográficos (un país, una ciudad, un bosque, etc.) o puramente espaciales (una casa, una habitación, una cueva, etc.).
• El tiempo: La época o momento histórico en donde se sitúa la narración (en la actualidad, en otro siglo) También puede referirse a cuánto tiempo pasa en la historia (un día, un año, un siglo, etc.)
• La trama o el argumento: Los eventos en la historia que se desarrollan en secuencia.
• El conflicto: El principal problema u obstáculo que se desarrolla en la trama, que el protagonista debe resolver o superar al final de la narración (casi siempre). La forma en que el protagonista resuelve el conflicto de la trama da como resultado el tema de la narración.
• El tono: Es la actitud que el narrador utiliza para contar la historia. Refleja la perspectiva emocional o intelectual que el narrador tiene hacia la historia o hacia unos personajes en particular. Podemos utilizar tono confesional, profético, receloso, interrogativo, humorístico, crítico, irónico, misterioso, etc.
• El tema: El mensaje final que la narrativa está tratando de expresar; puede ser explícito o implícito.

En general, una narración se organiza en varias etapas: inicio o presentación, complicación o nudo, clímax o momento culminante y desenlace. En el inicio usualmente se dan a conocer los personajes, el lugar y el tiempo histórico donde se desarrolla la acción. En el inicio es importante tener una introducción que enganche al lector para que tenga ganas de leer más. Podemos abrir el ensayo con un evento atractivo para presentar la historia y ponerla en marcha.

Una vez establecido el inicio, se puede presentar la complicación o problema como parte del nudo donde la situación ya no se ve muy bien y que va empeorando hasta llegar a un clímax cuando todo se vuelve mucho más difícil para los protagonistas y es necesario que hagan algo para tratar de resolver el problema.

Finalmente, en el desenlace los personajes resuelven el problema transmitiendo el tema central de la pieza y, en muchos casos, el mensaje o la moraleja o lección de la historia.

Como ves, generalmente las narraciones siguen un orden ascendente de importancia: se cuenta lo más general de la historia al comienzo y poco a poco se añaden datos relevantes de la historia dejando lo más importante y sorprendente para la parte de más suspenso, hasta que los problemas se resuelven, los protagonistas vuelven a estar bien y todos son felices otra vez (¡casi siempre!). Esta estructura garantiza que la atención de nuestros lectores se mantenga hasta que revelemos la conclusión de la historia y así lean toda nuestra narración, de principio a fin. Piensa esto: ¿verdad que cuando alguien te cuenta la historia de una nueva película que no has visto no quieres que te digan qué pasa al final? ¡Claro que no! Eso sería un “spoiler” (¡sí, se usa ese término en español!) Al ver la película queremos vivir con los protagonistas sus emociones y situaciones conforme van pasando sin saber la conclusión hasta que aparezca el “Fin”. Es igual cuando leemos una narración: las revelaciones, al final.

 

El título de una narración

Una parte fundamental de una narración es el título que se le da al relato. Aunque parezca solo una frase que se escribe al comienzo de una historia, realmente puede convertirse en la razón por la que tu narración no sea atractiva para tu lector, no le invite a la lectura.

Piensa que el título, al ser lo primero que leemos cuando iniciamos la lectura, es la puerta que abrirá o cerrará tu narración a los lectores. El título debe despertar nuestro interés por seguir leyendo el relato y ofrecernos la promesa de una lectura entretenida, original y sorprendente.

Nunca utilices el título para decir que estás escribiendo una narración. Por ejemplo, no digas “Narración de un cuento”, o “Composición 2: La narración”. El título debe de estar conectado con el contenido de la historia, pero también puede anticipar el tono, introducir un misterio u ofrecer un reto al lector.

Piensa en un título creativo que invite al lector a seguir leyendo con la promesa de ofrecerle una historia que le hará pasar un buen rato.

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¿Realidad o ficción?

Una narración puede ser realidad o ficción. Una historia factual es aquella que se basa en hechos reales tal como se desarrollaron en la vida real. Una historia ficticia es una historia inventada o imaginada. Al escribir una historia ficticia, podemos crear personajes y eventos que se adapten mejor a nuestra historia. Realidad o ficción, una buena historia puede transportarnos a otro lugar y tiempo, hacernos vivir otra realidad y darnos lecciones de vida, todo sin experimentar esos eventos nosotros mismos. Todo eso puede resultar en empatía ya que las historias que se narran nos comunican detalles de la experiencia humana que todos conocemos de primera mano ya sea por haberlas vivido o por conocer a alguien que las ha experimentado. Se dice que la ficción a veces supera la realidad porque lo que nos puede parecer fantástico de una narración quizás se vuelva real en algún momento. ¿No? Piensa esto: Si hace 5 años te hubieran contado la historia de un país en el que todos sus habitantes fueron obligados a vivir encerrados en sus casas durante tres meses por miedo a contagiarse de un virus desconocido que iba matando a los más vulnerables y que era super contagioso, ¿hubieras pensado que era una situación real? ¡Seguro que no! Pero años después fue exactamente lo que la gente en España vivió al comienzo de la pandemia de la Covid-19; esa historia fue su realidad años después.

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Expresiones útiles para desarrollar una narración

Para crear una secuencia de eventos, podemos usar ciertas palabras y frases de transición que ayudan a mantener al lector orientado. Algunas de estas expresiones se encuentran a continuación.

Había una vez + sustantivo Érase una vez + sustantivo	tan pronto como	finalmente	antes
mientras	al tiempo que	mientras tanto	actualmente (currently)
ahora	desde entonces	pronto	finalmente
más tarde	Todavía / aún (still)	entonces	hasta que
cuando	Primero	luego	al final
con el tiempo	cada vez que	un día..	después de
Al día siguiente…	al poco tiempo…	más tarde…	por último…

Algunos consejos

Como en una descripción, para crear detalles fuertes, debemos tener en cuenta los cinco sentidos: la vista, el oído, el gusto, el olfato y el tacto. Si deseamos que nuestro lector se sumerja en el mundo que creamos, debemos concentrarnos en los detalles relacionados con los sentidos mientras describimos personas, lugares y eventos en nuestra narración. Mira este video de TedEd:

How to Write Descriptively (https://www.youtube.com/watch?v=RSoRzTtwgP4) para aprender más. Toma notas de la información que te interese más en tu cuaderno.

 

Podemos agregar diálogos para mostrar la inmediatez y el drama de las interacciones personales (recreando conversaciones según sea necesario para que la narrativa funcione). Los diálogos son buenos para romper la monotonía de la descripción en un relato y también para introducir características de los personajes a través del modo en el que hablan.

Podemos crear tensión y suspenso poniendo nervioso al lector sobre lo que va a pasar a través de la organización de los detalles y la estructura de la oración, el tono y la voz. Mira este reportaje de TedEd: “How to Make Your Writing Suspenseful” (https://www.youtube.com/watch?v=xjKruwAfZWk) para aprender más. Toma notas de la información que te interese más en tu cuaderno.

 

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En la práctica

1. ¿Qué historias cuentan estas imágenes? Observa estas fotografías e imagina los detalles de la situación en la que están las personas en cada una. ¿Quiénes son?¿Qué está ocurriendo? ¿Qué pasó antes de ese momento? ¿Qué va a pasar después? Crea una historia para cada situación. ¡Usa tu imaginación!

 

 

2. Una historia personal: Piensa en una experiencia o un reto personal o académico que tuviste que superar. O en un momento difícil / emocionante / transformativo que pudiera tener un impacto en tus lectores. Narra la historia de esa experiencia, reto o momento y cómo lo superaste. Incluye detalles y lo que pasó del principio al fin del evento. Incluye detalles que incorporen los sentidos. Asegúrate que tenga un inicio, un nudo y un desenlace.

Toma uno o dos minutos para revisar los temas en la siguiente lista:

• Tu primer día de la escuela secundaria
• Un momento cuando ayudaste a otra persona
• Una equivocación que tuvo grandes consecuencias
• Un momento cuando te asustaste mucho por algo
• El día que conociste a tu mejor amigo/a
• Un momento en el que te sentiste muy enojado/a
• El día que aprendiste a montar en bicicleta/montar a caballo/manejar, etc.

3. Un cuento: Imagina un cuento eligiendo y combinando las piezas que se proveen aquí. Escríbelo incluyendo detalles y al menos tres diálogos. Reto mayor: elige números al azar para cada elemento y construye tu historia como lo dicten los resultados.

	Personaje	Tiempo	Espacio	Conflicto
1	Un robot	El año 2050	?	Se perdió
2	Una niña de quince años	?	En un planeta lejano	Se le perdió algo
3	Una mariposa	Hace 100 años	En la escuela	?
4	?	El año 3000	En un bosque	Se enamoró
5	Un extraterrestre	El presente	Bajo el mar	Un accidente

4. Identificación: Piensa en una historia que has escuchado, visto o leído últimamente (¡pero diferente a la historia de Caperucita roja!). ¿Puedes identificar el inicio, nudo y desenlace? ¿Puedes identificar el tipo de narrador, los personajes principales y secundarios, el tiempo, espacio y tema de la historia?

Adapted by Inma Pertusa from “La narración” created by Alegría Ribadeneira by combining original material and translated portions from sections about narration in Let’s get writing! by Elizabeth Browning; Kirsten DeVries; Kathy Boylan; Jenifer Kurtz; and Katelyn Burton, licensed CC BY-NC-SA, and Idea to Essay: Collected Strategies & Readings for the College Writer by Andrea McCaffree-Wallace, Xavia Dryden, Andy Jones, Sheryl LeSage, William Buchhorn, and Mindy Trenary, licensed CC BY-NC-SA.