4 Preparados para escribir

Antes de escribir: la situación comunicativa

Antes de poner lápiz al papel, o dedos al teclado, es necesario considerar el contexto general en el que se está produciendo la escritura. ¿Qué propósitos tiene el escritor? ¿Quién va a leer el texto final? Estas preguntas ayudan a entender la situación comunicativa, la cual debe determinar la información a incluir, el lenguaje, el tono y la extensión del texto.

Para entender mejor la idea de la situación comunicativa, pongamos un ejemplo. Peter es un estudiante estadounidense que se está especializando en español. En este momento, está estudiando un semestre en una universidad en Guadalajara, México. Al final de su primera semana, decide escribir un correo electrónico a su amigo en los Estados Unidos. Como es un amigo cercano, Peter puede utilizar un lenguaje informal en su mensaje. Si su amigo no tiene mucha familiaridad con México, Peter necesita incluir información adicional sobre los lugares que menciona para que el mensaje tenga sentido.

¿Conoces a tus lectores?*

¿Para quién o quiénes estás escribiendo? Es una pregunta que deberías hacerte cada vez que empieces un trabajo de redacción. Tener a tu lector en mente te ayudará a tomar decisiones sobre cuestiones como el tono, el vocabulario, la organización y la extensión del texto. Pensar en tu futuro lector y anticipar sus expectativas te ayudará incluso a decidir el tipo de introducción y conclusión que escribas.

Por supuesto, si es un trabajo de clase, tu profesor/a va a ser tu lector, pero debes tener cuidado de no asumir que sepa todo sobre el tema de su texto. Es útil pensar en tu profesor/a como una persona inteligente pero que no está completamente informado/a sobre el tema de tu trabajo. O, puedes imaginar que estás escribiendo para toda la clase. Aunque puede que algunos estudiantes estén muy informados sobre lo que estás escribiendo, habrá otros para los que la información es nueva. Como escritor, hay que demostrar tu comprensión del tema y dar evidencia de tu habilidad de presentar y apoyar tus ideas según el contexto en el que escribes y tu público

• Identidad de los lectores: ¿Quiénes son mis lectores? ¿Qué sé de ellos?
• Conocimiento sobre el tema: ¿Qué necesitan saber mis lectores sobre este tema? ¿Cuánto saben ya?
• Lo que es importante: ¿Qué aspectos de mi tema son más importantes? ¿Qué aspectos pueden ser más interesantes para mis lectores?
• Lo que no es importante: ¿Qué no les importará a mis lectores?
• Ideas principales: ¿Qué quiero mostrarles? ¿Qué quiero que comprendan?
• El pensamiento de los lectores: ¿Qué quiero que mis lectores piensen, aprendan o asuman sobre este tema? ¿Cómo debería organizar mi trabajo para que mis lectores piensen en el tema de una nueva manera?
• Impresión de los lectores: ¿Cuál es la impresión con la que quiero dejar a mis lectores?

*Partes de la sección “¿Conoces a tus lectores?” han sido traducidas y adaptadas por Bonnie Loder de Excelsior Online Writing Lab. Bajo licencia CC BY-NC-SA

Selección del tema y generación y organización de ideas*

*Partes de la sección “Encontrar un tema” han sido traducidas y adaptadas por Bonnie Loder de You, Writing! A Guide to College Composition (25). Bajo licencia CC BY-NC-SA

La lluvia de ideas*

En los primeros momentos, es bueno seleccionar un método que te ayude a generar el mayor número de ideas. La lluvia de ideas es una técnica recomendada para esta etapa de exploración. El objetivo de esta técnica es registrar las ideas y preguntas que se te ocurran al comienzo para volver a elaborar las que te parezcan más útiles en un momento futuro. Puede tomar la forma de una lista con puntos o de un mapa semántico; puedes escribir en inglés, español o una mezcla de los dos, como sea más conveniente para ti en ese momento.

El modo en el que lleves a cabo la lluvia de ideas dependerá del tipo de tarea que te asignen. Imaginemos que el trabajo es escribir una exposición informativa sobre el tema que quieras. Este tipo de tarea es probablemente el más abierto que se pueda asignar, lo que puede ser paralizador porque… ¡hay demasiadas opciones! En esta situación, es bueno valerse de la lluvia de ideas. Toma cinco minutos para escribir los temas que te lleguen a la mente. Puede parecerse en algo a esta lista:

Temas de los que tengo mucho conocimiento:

• Series en español para ver en una plataforma digital
• Formas de encontrar hoteles baratos y buenos por Internet
• Hacer buenas fotografías con un teléfono inteligente
• Organizar una celebración especial con mis amigos
• Mantener buenas relaciones con alguien en mi familia que me enfurece

De esta lista aleatoria, y también son muy personal, piensa en cómo podrías tomar un tema como “Mantener buenas relaciones con alguien en mi familia que me enfurece” y hacer que sea interesante a un público general. ¿Hay alguien que no tenga un pariente irritante y al que sea imposible evitar? Es más, este tema probablemente generaría historias muy buenas.

La lluvia de ideas también funciona bien cuando se te asigna un tema con un enfoque específico. Imaginemos que te pidieron que escribieras sobre la agricultura convencional versus la agricultura orgánica. Tú no tienes mucho interés en el tema, pero ya está: hay que escribir sobre él. Una lluvia de ideas para un ensayo sobre el contraste entre la agricultura convencional y la agricultura orgánica podría parecerse a lo siguiente:

¿Qué opinan las cooperativas de los supermercados que venden comida orgánica? ¿A quiénes más les interesa la agricultura orgánica? La agricultura convencional versus la agricultura orgánica. ¿Qué significa la agricultura convencional? ¿Y la orgánica? ¿Tienen las OMG tienen algo que ver con esto? ¿La cómica orgánica es realmente más saludable que la convencional? Los productos orgánicos son más carosDiferencias entre plantas y carne orgánicas¡Podría entrevistar a una familia de agricultores!

Con la lluvia de ideas se generan muchas ideas y preguntas, lo cual es muy bueno. Arroja luz sobre lo que le da curiosidad al escritor y también muestra algunas lagunas en el conocimiento donde el escritor podría investigar un poco.

Ten cuidado con la tentación de querer hacerte cargo de cada elemento en tu lluvia de ideas. En el ejemplo anterior todas las ideas generadas están relacionadas con el tema de la agricultura convencional en contraste con la orgánica, pero un ensayo en el que se exploraren todos esos puntos se parecería más a un libro. Puede que solo uno de esos puntos, como el de “los productos orgánicos en los supermercados tradicionales,” sea suficientemente amplio para escribir un ensayo sobre este contraste. De hecho, cuando hayas identificado un punto que quieras explorar más, puedes hacer otra lluvia de ideas sobre ese aspecto.

*Partes de la sección “Lluvia de ideas” han sido traducidas y adaptadas por Bonnie Loder de You, Writing! A Guide to College Composition (25-6) y Writing for Success first Canadian edition: file:///Users/Admin/Downloads/Writing-for-Success-1st-Canadian-Edition-1487716063.pdf. Bajo licencia CC BY-NC-SA

La escritura libre*

La escritura libre es lo que parece: escribir libremente. Lo único que requiere es un poco de tiempo. Tal y como la lluvia de ideas, esta técnica te permite generar ideas rápidamente, sin juicios, sobre un tema específico. Sin embargo, tendrás la tendencia de escribir en oraciones completas y desarrollar las ideas un poco más en la escritura libre. A la vez, no deberás revisar o corregir lo escrito. Si hay problemas ortográficos o un uso incorrecto de palabras, está bien. Si lo que tienes es un fragmento de oraciones, eso también está bien. Tiene que apagar su editor interno para dejar que sus ideas fluyan.

Cuando tengas tu tema, pon un temporizador (cinco o diez minutos serán suficientes para empezar) y deja que el lápiz o los dedos vuelen.

Vamos a enfocarnos en el tema “Mantener buenas relaciones con alguien en tu familia que te enfurece” de la lista anterior. Escribir libremente por cinco minutos sobre ese tema podría verse como lo siguiente:

Antes que nada, ¡esto es mucho texto! Segundo, hay muchas ideas muy buenas allí que se podrían ampliar, por ejemplo, el momento en el que el escritor decide mostrar interés en las opiniones políticas de su tío en vez de dejarse sentir insultado o frustrado. Esa parte fácilmente podría ser expandida para ocupar un párrafo completo.

¿Se podría decir que este ejemplo de escritura libre es desordenado y que contiene errores? Sí, pero el proceso propició que el escritor generara ideas fértiles y que las fijara en el papel. En cinco minutos, este escritor tiene un gran comienzo. Después de probar la técnica de la escritura libre, querrás evaluar las ideas y organizarlas. Para hacer esto se puede elaborar un esquema, que es lo que veremos en la siguiente sección.

*Partes de la sección “La escritura libre” han sido traducidas y adaptadas por Bonnie Loder de You, Writing! A Guide to College Composition (pp. 27-8). Bajo licencia CC BY-NC-SA

Elaboración del esquema

Las actividades de pre-escritura ayudan a generar información. Al revisar con cuidado la información que generaste, identificarás conexiones adicionales entre ellas y también te darás cuenta de detalles importantes que se han quedado fuera. El próximo paso es organizar la información a través de un esquema. En un esquema, el escritor decide el orden en el que va a presentar las diferentes ideas de su tema. Un esquema bien diseñado asegurará que todas las partes del trabajo sean consistentes y contribuyan a desarrollar los puntos principales del trabajo. Para este curso, vas a utilizar los esquemas desarrollados para cada composición.

Utilizando los esquemas de cada composición, piensa en el orden en el que quieres presentar tus temas y subtemas. El orden debe reflejar el propósito del ensayo. Por ejemplo, al escribir una historia, puede ser importante primero describir el trasfondo de la acción. En una composición argumentativa, la organización de las ideas debería ayudar a convencer al lector de que el punto de vista del escritor es lógico y que merece ser creído. La organización de tus ideas debe contribuir al objetivo del texto y adecuarse al género de escritura (descripción, narración, exposición o argumentación).

La redacción del borrador

Cumpliste con la etapa de pre-escritura: consideraste los requisitos y el propósito del texto, seleccionaste un tema y generaste ideas mediante una lluvia de ideas y/o la escritura libre. Finalmente, volviste a la información y la organizaste a través de un esquema. Si se piensa bien, el proceso de la pre-escritura es similar al proceso de planear la construcción de una casa: uno piensa en cómo quiere que sea la casa antes de empezar a sentar las bases. El constructor planea el diseño de la casa, consulta con otras personas, selecciona los materiales, etc. A la hora de redactar, uno “construye” su texto.

Afortunadamente, escribir el borrador (o sea, la primera versión del texto) no es un proceso irreversible como lo es construir una casa. Tendrás la oportunidad de cambiar lo escrito más tarde durante el proceso de la revisión. De hecho, el borrador puede verse muy diferente de la versión final de un ensayo. Al redactar el borrador, el propósito es dar forma a tus ideas según el esquema que elaboraste. No tiene que ser perfecto; es importante tener esto en cuenta para evitar inmovilizarte. Entonces, podrás seleccionar palabras más apropiadas o clarificar tus ideas. Si te detienes demasiado durante la redacción, es muy posible que te bloquees y no termines el borrador a tiempo.

La revisión entre compañeros/as

Al terminar el borrador, es bueno pedir a alguien de confianza que lea el texto. En la clase de composición, los compañeros serán excelentes lectores. El objetivo de revisar el trabajo de otra persona es hacer observaciones y dar consejos para ayudarla a mejorar el texto. Así, la meta no es decir si el texto nos gusta o no, aunque nunca está de más señalar los puntos fuertes del trabajo. Más bien, la revisión entre compañeros es una oportunidad para que el escritor vea cómo el lector experimenta su texto. Con ojos frescos, el lector puede indicar si el texto se entiende bien, si cumple con el propósito o si hay incoherencias.

La revisión por pares requiere una lectura cuidadosa del texto, un ojo crítico y retroalimentación específica. No encontrar ningún error en el trabajo de otro no es cumplir bien con la tarea de revisión con un compañero. Cuanto más precisos sean nuestros consejos, más fácil será para el escritor mejorar su trabajo. Sobre todo, es importante que nuestros comentarios sean constructivos. Si se hace correctamente, la revisión entre compañeros es una herramienta de gran ayuda.

Aunque puede ser incómodo compartir tu trabajo con otra persona, recuerda que la meta es colaborar para mejorar tu escrito. Si eres tú quien está leyendo el texto de un compañero, valora si su trabajo cumple lo siguiente:

• Satisface el objetivo propuesto.
• Las ideas principales están claramente expresadas.
• No hay ninguna incoherencia.
• Hay buenas transiciones entre párrafos e ideas.
• El vocabulario es adecuado.
• Hay una conclusión lógica.

La edición por el escritor

Cuando tengas a tu disposición los comentarios de tu compañero, revíselas con cuidado. Integra de manera coherente los que te parezcan más útiles a tu trabajo. Sin embargo, si los consejos no se atienen al propósito del trabajo, déjalos al lado. Edita su trabajo despacio, oración por oración. Puedes incluso usar una hoja de papel para cubrir todo con excepción de la línea que estás editando. Esta práctica te obligará a leer con detenimiento y con cuidado. Haz una marca en áreas donde detectes problemas con el estilo o tono y dedica tiempo a revisar esas secciones.

El proceso de editar un trabajo puede implicar cambios menores o mayores por parte del escritor. Puede ser necesario añadir o quitar un párrafo, expresar el tema central de otra manera, desarrollar una idea importante más, re-estructurar el contenido, etc. Un cambio estilístico podría ser, por ejemplo, reemplazar una palabra indeterminada por una más precisa. Para asegurar que tu trabajo cumple con las normas de la composición, si en tu composición incluyes ideas de otros escritores (como citas directas o indirectas) consulta la guía de estilo de la MLA (https://style.mla.org) También, revisa la gramática y usa el corrector ortográfico del procesador de texto que estés usando (Google, Word, Pages, etc.). Recuerda que un ensayo se puede revisar muchas veces para mejorarlos y que nunca debes considerar innecesaria una revisión. Un último paso para asegurarse de que un ensayo está suficientemente pulido es leerlo en voz alta. Esto puede resaltar áreas que necesitan revisión que no detectaste al leer el trabajo en silencio.